El debate de expertos en Wetzlar pone de relieve las oportunidades y los retos; por su parte, Christian Dölle destaca la importancia del diálogo, la responsabilidad y la competitividad mundial
Wetzlar, 25 de octubre de 2025. Bajo el título «Europa y China: ¿socios, competidores o adversarios políticos?», expertos de diversos ámbitos científicos, políticos y económicos debatieron el sábado en Alte Aula, en Wetzlar, sobre el papel que desempeñará Europa en relación con la República Popular China. Organizaron el evento las asociaciones Europa-Union Hessen y Europa-Union Lahn-Dill junto con el Centro regional de Hesse para la educación política y el Departamento de cultura de la ciudad de Wetzlar.
Ya en el discurso inaugural, el presidente del distrito Sven Ringsdorf dejó claro que no se trataba de un debate abstracto: «China es un socio económico, pero a su vez un competidor y un adversario político. Europa debe desarrollar una estrategia clara e independiente que conceda tanta importancia a la situación económica mundial como a sus propios valores».
En el debate participaron:
Ejerció de moderadora Ute Wiegand-Fleischhacker, presidenta de Europa-Union Hessen.
Se prestó especial atención a la presentación de Christian Dölle, que aportó la perspectiva de una mediana empresa industrial. El Grupo Weiss, con sede en Haiger, suministra soluciones de adhesivos y rellenos a más de 65 países, incluida Asia desde hace muchos años. La empresa ha firmado recientemente una declaración de intenciones para establecer un centro de producción en Qingdao.
Dölle apuntó que la cooperación económica con China es una realidad cotidiana para muchas medianas empresas en Alemania y está asociada a oportunidades, pero también a responsabilidades:
Dölle se pronunció a favor de dotar a Europa de unos guardarraíles claros, no de aislarla ni de volverla dependiente:
Los demás ponentes también subrayaron que la relación entre Europa y China no es unidimensional: cooperación en protección del clima, competencia en tecnologías clave, antagonismo en cuanto a estado de derecho y derechos humanos.
El debate posterior con numerosos invitados demostró que existe una gran necesidad de posiciones diferenciadas y objetivas, más allá de titulares y alarmismos.
Conclusión conjunta: Europa necesita una visión clara, valores estables, paciencia estratégica y la capacidad de cooperar de forma realista.